Modelos de liderazgo



por Bernardo Stamateas

Todo líder que se precie de tal debería invertir gran parte de su tiempo y esfuerzo en armar su equipo de trabajo. Esto incluye el capacitar y conocer a la gente con la que cuenta para desempeñar su tarea.



¿Qué parámetro debería utilizar el líder a la hora de elegir a un miembro de su equipo? Es menester que coloque una vara alta (una expectativa alta), es decir una meta que la persona seleccionada tendrá que alcanzar desplegando su potencial. No existe el talento innato. Todos contamos con ciertas habilidades al nacer pero el talento se desarrolla y la persona tiene que estar dispuesta a aprender, mejorar y crecer.

Un líder que aspira a obtener resultados excelentes no puede buscar voluntarios para la tarea, debe salir a elegir a aquellos que lo acompañarán y debe elegir a los mejores. Por lo general, el voluntario no asume el compromiso de crecer, por eso es inconstante. En cambio, aquel que fue especialmente seleccionado, en quien el líder ha depositado su confianza, se involucra, es perseverante y logra los resultados esperados.

Cuando nacemos todos somos iguales, pero si desde la infancia nuestros padres nos animan a practicar la mejora y el crecimiento continuos, eso nos permitirá luego jugar (participar) en equipos de alta competencia.

Existen dos modelos de organización:

1. El modelo circular.

En este modelo todos los miembros responden a un jefe. Todos demandan la atención del jefe y procuran su cercanía. Si bien esto funciona al comienzo, casi siempre termina fracasando por la sencilla razón de que el poder nunca es delegado. El jefe es quien toma todas las decisiones, lo cual ralentiza el trabajo al tener que consultarlo todo con la cabeza. Aquellos líderes que concentran el poder, sin delegarlo jamás, son personas inseguras que no saben cómo establecer límites propios o ajenos. Este tipo de liderazgo provoca frustración en los liderados que muchas veces abandonan el barco. Este modelo no permite incorporar gente nueva y se caracteriza por la rivalidad, puesto que todos quieren ganar el amor y la aprobación del jefe. El resultado es la eventual desaparición del grupo.

2. El modelo piramidal En este modelo, a diferencia del anterior, el líder delega su autoridad. Todos pueden compartir la autoridad del líder. Esto podría ilustrarse con el sistema nervioso humano, el cual posee funciones automáticas como la respiración. Dicho proceso nunca se detiene, pues acarrearía la muerte de la persona, excepto que se retenga la respiración de manera voluntaria.

¿Qué características puede presentar un grupo liderado? Depende de su tamaño.

De 0 a 50 personas: Hay un predominio de lo racional, ya que el líder puede conocer a cada integrante.

De 50 a 5.000 personas: Hay un predominio de lo afectivo, sin que por ello se anule la razón. Cuanto más grande es el grupo, más afectivo será su liderazgo.

De 5.000 a 15.000: Es la gente quien decide la agenda aquí. Esto lo vemos claramente en la política.

¿Te has encontrado en alguno de estos modelos de liderazgo en alguna oportunidad?

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