Tiene 19 años, es de Vicente López y cautivó a Angela Merkel antes del G-20



por Emilia Vexler

A Jerónimo Batista Bucher no le gusta que lo etiqueten.

Pero es una mente brillante en sustentabilidad, un concepto en el que entra el cuidado del ambiente, la inclusión social y la viabilidad económica. Y no cae en el cliché de la introversión o la estética nerd.

Jerónimo tiene 19 años y la semana pasada volvió a su casa de Vicente López, donde vive con sus "viejos", después de haber representado a la Argentina en la cumbre mundial de jóvenes del G-20 en Alemania.



Además de sumar méritos a un currículum ya multipremiado -incluida la creación de una máquina que produce vasos biodegradables gracias a extractos de algas- cautivó con su oratoria a la jefa de gobierno alemana, Angela Merkel. Justo antes de la cumbre de líderes del G-20 en Hamburgo -que terminó ayer, fue la más conflictiva en años y tuvo la mirada puesta en el clima, justo el campo de Jerónimo- este estudiante de las carreras de Biotecnología e Ingeniería Electrónica en la Universidad Nacional de San Martín llevó sus perspectivas como representante del Comité de Cambio Climático, Energías y Ambiente.

“Acordamos promover la innovación y la producción sustentable a través del apoyo a la investigación y la procedencia tecnológica”, explica a Clarín. Eso se traduce en que propuso ante Merkel generar las bases de un consumo responsable en Argentina mediante la educación, "para lograr la identificación de los argentinos más chicos con una necesaria y alcanzable cultura de la sustentabilidad". En su discurso, Jerónimo ratificó “fuertemente el apoyo a los tratados climáticos internacionales” y, justo al final, se llevó la aprobación de la mandataria con su alusión al Acuerdo de París.

“Fue algo gracioso. Le agradecí por su apoyo para ‘poner el cambio climático primero' (put climate first)”, en un juego de palabras con el emblema de campaña de Donald Trump: 'Poner a Estados Unidos primero (put America first)'". A principios de junio, el anuncio de la controversial salida de Estados Unidos del acuerdo climático aprobado por 195 países en diciembre de 2015 anticipó que el tema sería clave en la cumbre que llevó a Mauricio Macri a Hamburgo. “Al final tuve la oportunidad de darle la mano a Merkel y le entregaron el comunicado oficial con los acuerdos de todos los grupos de trabajo ─detalla─. Me gustó mucho su actitud de juntarse a hablar con nosotros de una forma bastante sincera, durante una hora y media. No es que escuchaba y nada más. No: realmente estaba interesada en lo que le estábamos planteando."

Jerónimo mantiene esa seguridad al hablar con Clarín. No tiene pareja y tras 9 años de hacer hándbol en el VILO (dejó porque los tiempos no le daban con 2 carreras) ahora hace básquet “en un club más chico”. Dice que sale a bailar, pero no da detalles. Y menciona que va a “campamentos científicos” donde tiene varios grupos de amigos. El fútbol le gusta, aunque no lo juega.

Camino al G-20

“Me eligieron desde el Ministerio de Desarrollo Social, pero no es que yo fui representando al Gobierno a Alemania. Fui representando a los jóvenes de Argentina." Jerónimo pasó varias etapas desde ese primer llamado a fines de marzo. “Tuve que enviar un currículum, una carta de postulación y después tuve la entrevista. Sé que había muchos candidatos.” La cumbre eligió a 70 jóvenes de todo el mundo. Junto a Jerónimo hubo otra argentina: Julia Amerikaner, que trabaja en el Ministerio de Cultura y participó en el Comité de Digitalización.

Como líder juvenil de la sustentabilidad, Jerónimo ya representó a la Argentina en India. Y fue premiado en ciencia y biología a nivel americano. Cursa el segundo año de ambas carreras, aunque está "más centrado en Biotecnología”. El año pasado tuvo un promedio parcial de 10. También es investigador en la universidad: "Trabajo en proyectos propios que voy presentando en diferentes competencias. Ahora no es que estoy ganando plata con esto. Lo que gano en premios lo vuelvo a invertir en proyectos".

─¿Científico o emprendedor?

─Por ahora no quisiera encasillarme. Me interesa la ciencia pero también generar su aplicación para que pueda tener un impacto positivo desde la sustentabilidad.

─¿Cómo ves al país en materia de sustentabilidad?

─Se están haciendo cosas interesantes. Pero queda mucho camino por andar. Es necesario un mayor impulso a emprendedores sustentables, ya sea desde los créditos o desde la motivación a desarrollarlos.

─¿Te pensás quedar acá o te ves haciendo un doctorado en Estados Unidos, por ejemplo?

─Tengo la mente puesta en Argentina.

Publicado en www.clarin.com

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