por Richard O'Donnell
Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a darme consejos, no has hecho lo que te he pedido.
Cuando te pido que me escuches, y tú empiezas a decirme por qué no tendría que sentirme así, no respetas mis sentimientos.
Cuando te pido que me escuches, y tú sientes el deber de hacer algo para resolver mi problema, no respondes a mis necesidades. ¡Escúchame!